Primero, los automóviles eléctricos tienen ventajas claras en términos de costos de combustible. El automóvil de gasolina tradicional usa gasolina o diesel como combustible, mientras que los automóviles eléctricos usan electricidad. Según las estadísticas, el costo de conducir un automóvil eléctrico por cada 100 kilómetros suele ser un tercio a la mitad que el de un automóvil de gasolina convencional. Esto se debe a que la electricidad es relativamente barata y es más eficiente que usar combustible. Además, los automóviles eléctricos también pueden usar energía renovable, como la energía solar al cargar, reduciendo aún más el consumo de energía y los gastos de costos.
En segundo lugar, los automóviles eléctricos tienen costos de mantenimiento más bajos. Debido al principio operativo del motor de combustión interna, el automóvil de gasolina tradicional requiere un reemplazo regular de aceite, filtros de aire, bujías y otros componentes. Estos costos de mantenimiento se acumulan año tras año y se vuelven bastante caros. El sistema de energía de los automóviles eléctricos es relativamente simple, principalmente compuesto de motores y baterías. Casi no requiere aceite lubricante, y las piezas requieren menos mantenimiento y reemplazo. Por lo tanto, los costos de mantenimiento para automóviles eléctricos suelen ser más bajos, reduciendo los costos de uso del vehículo.
En tercer lugar, los autos eléctricos también pueden disfrutar de incentivos fiscales del gobierno y políticas de subsidios. Para fomentar la promoción y popularización del transporte ecológico, muchas regiones han proporcionado ciertos incentivos para la compra de automóviles eléctricos. Por ejemplo, algunas regiones pueden proporcionar políticas preferenciales, como subsidios de compra del automóvil o exenciones fiscales para la compra de automóviles eléctricos, reduciendo así el costo de compra de los vehículos.
Además de los ahorros de costos directos mencionados anteriormente, los automóviles eléctricos también tienen otras ventajas de ahorro de costos indirectos. En primer lugar, casi no hay emisiones de escape durante el uso de automóviles eléctricos y ninguna contaminación ambiental. Esto reduce indirectamente el costo de la remediación ambiental y la remediación. En segundo lugar, los automóviles eléctricos tienen un ruido más bajo y no causarán contaminación acústica al entorno circundante, lo que reduce el costo del control de ruido y la construcción de la instalación de aislamiento de sonido. Tercero, dado que las baterías de los automóviles eléctricos se pueden reciclar y reutilizar, se pueden reducir las emisiones y los costos de eliminación de las baterías usadas.
Sin embargo, aunque el costo de uso de los automóviles eléctricos es relativamente bajo, su alto costo de compra es una deficiencia importante. El componente central de los automóviles eléctricos es la batería, y el costo de la batería es relativamente alto. Aunque los precios de la batería han caído a medida que la tecnología de la batería continúa avanzando, todavía están en el lado alto. Además, debido a que el desarrollo tecnológico aún no se ha perfeccionado, el rango de conducción de automóviles eléctricos todavía está limitado en comparación con el automóvil de gasolina tradicional, lo que también limita su capacidad para viajar largas distancias.